Delhy de niña (a la derecha) con sus padres y sus hermanas; y durante una clase en la Escuela de San Fernando.
1904
Delhy Tejero (Toro, Zamora 1904
- Madrid 1968) nace en el seno de una familia oriunda de
Toro en la que abundaron las profesiones liberales. Segunda
de tres hermanas, su infancia estuvo marcada por la muerte
de su madre y por la dedicación del padre a sus
hijas, que determinó su particular formación
(largas temporadas de permanencia en el campo, en contacto
integral con la naturaleza, durante las cuales se inicia
de modo espontáneo en el modelado, dibujo, etc). A
pesar de sus deseos de ir a Madrid para iniciar su formación
artística, su situación familiar no se lo
permite, aunque en su ciudad natal puede recibir clases
de dibujo en la Fundación González Allende,
modélica institución inspirada en los principios
de la Institución Libre de Enseñanza.
1924
Publica su primera ilustración, firmada todavía
con su verdadero nombre Adela Tejero, en el periódico
toresano El Noticiero de Toro, así como su primer
trabajo retribuido como ilustradora en el periódico
madrileño El Liberal.
1925
Se traslada a Madrid para estudiar en la acreditada escuela
de Artes y Oficios, de la calle de la Palma y preparar,
de esta manera, su ingreso en la Escuela de Bellas Artes
de San Fernando. Conseguido esto en 1926, realiza ambas
carreras a la vez, teniendo como maestros a Julio Romero
de Torres, Domenech y a Moreno Carbonero entre otros.
En mayo de este año interviene por primera vez
en una exposición colectiva en la Embajada de Cuba
en Madrid, institución que compra su primer cuadro
expuesto.
1928
Inicia su colaboración habitual como ilustradora
de las mejores revistas de la época (Blanco y Negro,
Crónica, La Esfera...), gracias a lo cual puede
trasladarse a vivir a la residencia de señoritas
regentada por María de Maeztu, donde permanecerá
por espacio de cuatro años. Su estancia allí
le permite relacionarse con intelectuales y escritores,
así como adentrarse en las nuevas orientaciones
artísticas. Lorca, Alberti, Clara Campoamor...
pasan por la Residencia en esos años. Se relaciona
muy frecuentemente con los Valle-Inclán y Josefina
Carabias y Marina Romero que serán algunas de sus
mejores amigas y compañeras de habitación.
1929
Comienza a firmar como “Delhy”, sustituyendo
su nombre -Adela- por este otro inspirado, al parecer,
en el de la capital de la India, y obtiene el título
de Profesor de Dibujo y Bellas Artes de la Escuela de
San Fernando, expedido el día 6-10-1929. En febrero
de ese mismo año había conseguido una beca
del Ministerio de Instrucción Pública.
1930 / 1936
Se intensifican sus colaboraciones como ilustradora gráfica
y adquiere una gran reputación junto a Ribas, Penagos
o Bartolozzi. También en 1930 asiste por primera
vez a la Exposición Nacional de Bellas Artes, recibiendo
un premio de Aprecio.
1931
Viaja por primera vez al extranjero, y tras una breve estancia
en París sigue hasta Bruselas para estudiar procedimientos
industriales de pintura mural y expone en L’École
Supérieur Logelain. A su regreso en el mes de julio,
es nombrada profesora interina de pintura mural en la
Escuela de Artes y Oficios de Madrid, donde ella había
iniciado sus estudios.
1932
Monta su primer estudio en la calle de Miguel Moya de
Madrid. Vuelve a presentarse a la Exposición Nacional
y en esta ocasión se le concede la tercera medalla
en Artes Decorativas por su obra "Castilla". Además,
en diciembre de ese mismo año ofrece, en el Círculo
de Bellas Artes, su primera exposición individual
con proyectos de murales, pintura al óleo de gran
formato y una colección de dibujos en donde muestra,
por primera vez, numerosas técnicas experimentales,
entre ellas la delcomanía (que más tarde, en 1939,
se atribuiría su creación a Oscar Domínguez) para su serie de “Brujas o Duendinas”,
que constituyen una gran novedad y que son muy destacadas
y alabadas por críticos como Manuel Abril.
1933
Finaliza la exposición del Círculo de Bellas
Artes después de haber sido prolongada y participa
en el Salón permanente de la Unión de Dibujantes
Españoles.
1934
Su cuadro "Mercado Zamorano" presentado en la Exposición
Nacional dedicada al traje regional, recibe críticas
excelentes. En Toro, la revista Babú, edita un
número monográfico dedicado a ella como
reconocimiento a su prestigio, y el Ayuntamiento da su
nombre a la plaza donde nació. Ese mismo año
redacta una memoria, que pueda servir de orientación,
aplicada a la enseñanza de la pintura mural decorativa,
y que hoy todavía podríamos considerar valida
y acertada: “De qué modo concibo yo la orientación
del arte decorativo y por qué desearía completar
mis estudios con arreglo a esa orientación”.
Con este trabajo consigue una beca del Estado con la viaja
de nuevo a París.
1935
Ilustra por primera un libro, "Poemas A" de su amiga Marina
Romero, sufragado por la Asociación de Alumnas
de la Residencia.
1936
Al terminar el curso académico se va de vacaciones
a África, donde le impresionan profundamente Tánger
y Fez, y allí le sorprende la Guerra Civil, por
lo que se vio obligada a prolongar su estancia en África
hasta septiembre. Cuando consigue volver, lo hace siguiendo
el itinerario Casablanca, Lisboa, Salamanca y Toro, donde
permanecerá unos meses, ante la imposibilidad de
llegar a Madrid para seguir impartiendo sus clases. Desde su regreso hasta el verano de 1937, fue profesora
de dibujo en el Instituto de Toro y realizó murales
en Salamanca para comedores infantiles y los del hotel
Condestable de Burgos. Al terminar esta obra, con un salvoconducto
especial abandonó el país para ampliar
estudios de pintura mural en Florencia, y emprender así,
un exilio moral que ella consideró imprescindible
y que duraría dos años.
Sale por Irún hacia París, y allí visitó la Exposición Internacional, deteniéndose sobre todo en el Pabellón Español, donde se reencuentra con antiguos compañeros. Después de visitar algunas ciudades italianas llega a Florencia, donde estudia en la Escuela de Pintura Mural de San Marcos, y después pasará una breve estancia en Nápoles y Pompeya para iniciarse en la técnica de la encáustica.
1938 (Enero)
Se instala en Capri. Allí permaneció durante
cinco meses con gran actividad pictórica y trabó
amistad con Axel Munthe, el enigmático autor de
la "Historia de Saint Michel".
1938 (Mayo)
Se traslada a París, donde permanecerá hasta
septiembre de 1939. Allí entra en contacto con
la Escuela Surrealista, en especial con Óscar Domínguez,
quien la introduce en el círculo de André
Bretón. Conoce a Picasso y se relaciona con los
algunos exiliados españoles. Sigue un curso de
pintura en la Universidad de la Sorbona, y hasta junio
de 1939 asiste a un curso de teosofismo. Para ella fue
un descubrimiento el mundo de la cabalística, las
nociones astrales que parecían complacerla, y en
particular todo cuanto tendiera a realzar el espíritu
sobre el mundo material.
1939
Expone con el grupo surrealista en la muestra "Le rêve
dans l’art et la littérature" junto a Miró,
Domínguez, Man Ray, Chagall, Klee, etc., pero las
obras de esta etapa fueron posteriormente destruidas por
ella misma a su regreso a España. Terminada la
guerra española y ante la amenaza de la ocupación
de París por los alemanes, vuelve a España.
El 10 de agosto de 1939, vuelve a cruzar la frontera por
Irún, y tras una etapa de necesario reencuentro
familiar, en noviembre se instala en Madrid, en su nuevo
estudio-vivienda del Palacio de la Prensa, que conservará
hasta el final de su vida.
1941 / 1945
Retoma su actividad como muralista. Decora un comedor
infantil en el Pardo, la iglesia del Plantío, un
oratorio en Aranjuez, la capilla de la Delegación
Nacional y el cine del Palacio de la Prensa. No puede reanudar sus clases en la Escuela de Artes y
Oficios pues se le abre un expediente bajo pretexto de
haber abandonado la cátedra durante los años
de la Guerra, aunque consigue anular su depuración
profesional demostrando la imposibilidad de hacerlo al
estar ausente de España, y el Ministerio de Educación
zanja la cuestión suprimiendo la cátedra
de Pintura Mural.
1943
Fue galardonada en la Exposición Nacional con la
tercera medalla en la sección pintura. Este mismo
año muere su padre, y comienza lo que ella llama
“mi segunda conversión”, al relacionarse
con el círculo intelectual-religioso “integrista”
formado por Lili Álvarez, la duquesa de Maqueda,
Isabel Flores de Lemos y el padre César Vaca, que
la acercan a una fuerte tendencia espiritualista que influirá
en su pintura, y que la lleva a destruir algunos de sus
cuadros anteriores, en un afán por hacer desaparecer
toda alusión a la corporalidad.
1946
Vuelve a ser galardonada en la Exposición Nacional
y expone en la Galería Estilo (Madrid); y es invitada
a participar en la gran exposición colectiva de
pintura que el Gobierno Español organizó
en Buenos Aires.
1947
Expone en el Museo de Arte Moderno y en la Exposición
Nacional, obtiene la segunda medalla de ilustración
de libros, tarea a la que también se había
dedicado en estos años. Lentamente fue abandonando
el grupo religioso al que era asidua, y esta decisión
queda reflejada también en su pintura, con una
nueva corporalidad figurativa y en el gusto por fusionar
las figuras, que la crítica especializada calificó
como “una huída sabia del realismo amorfo”.
1948
Gana una medalla en la Exposición Nacional, sección
dibujo, con La Favorita, obra realizada a partir de apuntes
tomados durante su estancia en Marruecos, y que ejecutó
con una técnica muy novedosa. Este mismo año
gana el concurso nacional para realizar el mural del Ayuntamiento
de Zamora, que titula "Amanecer jurídico del municipio
zamorano", inspirado en pasajes del Romancero, y que terminó
dos años después.
1949
Realiza otro mural para Banco Popular Español de
Madrid.
1953
Será la única mujer que participa en la
primera exposición de arte abstracto, realizada
en Santander junto a Saura, Miralles, etc. Desde entonces,
su inmersión en el informalísmo será
profunda y duradera, aunque esto no supuso nunca el abandono
de otros estilos y el uso de las mas variadas técnicas.
1954
Es seleccionada para exponer en la Bienal de La Habana,
junto a artistas de la talla de Vázquez Díaz,
Benjamín Palencia o Pablo Gargallo y aunque no
fue premiada, su participación fue muy destacada
por la prensa y la critica.
1955
Lleva a cabo su última exposición individual
en Madrid en las salas de la Dirección General
de Bellas Artes. Ésta fue la muestra más
completa y significativa de su trayectoria artística,
que obliga a la crítica a reparar en ella, una
vez más. Camón Aznar habla de “nuevas
técnicas”, Lafuente Ferrari resalta el “conseguido
concepto actual de idealización irrealizable” en sus cuadros. En este mismo año obtiene el premio
Uruguay en la III Bienal Hispano Americana de Barcelona.
Y en cuanto a su recorrido artístico, ha incorporado
definitivamente un nuevo “ismo”, que cultivara
hasta el final de sus días: el constructivismo.
1959
Realiza sus últimas exposiciones individuales fuera
de Madrid, en Salamanca y Valladolid, en las que Bartolomé
Mostaza sitúa a Delhy a la vanguardia de las tendencias
del arte moderno del panorama español. Durante
el verano de este año su salud, ya delicada, sufre
un grave revés, a causa de un infarto de miocardio.
1961 / 1964
Efectúa varios encargos de retablos para iglesias
de los pueblos nuevos del Instituto de Colonización
en Almería, Huelva, Badajoz y Jaén, con
procedimientos que van desde el uso de fondos de oro y
pintura plana de inspiración bizantina, hasta otras
imágenes religiosas narradas en planos constructivistas.
1965
Ya muy enferma, realiza los murales para la nueva Tabacalera
de Sevilla, aunque utilizando el lienzo como soporte ante
la imposibilidad de trasladarse hasta allí por
su delicada salud. Aun así, en 1966 hace un último
viaje a París para constatar si de verdad ha muerto
o no el grupo Surrealista, al que ella había pertenecido,
e intenta borrar o sustituir por otras pinturas los frescos
con motivos pompeyanos y figuras desnudas que había
realizado en esta ciudad a finales de los años
30. Sin conseguir este propósito ni reconocer el
ambiente artístico que ella había dejado
en París, regresa a España. Y a pesar de
su delicado estado de salud, su actividad como pintora
e ilustradora es incesante, aunque sus ilustraciones acompañan
a sus propios cuentos, que aparecen publicados, en ABC
y YA.
Sus ultimas obras de caballete son esquemáticos
paisajes de su tierra, así como el gran mural del
colegio de los mercedarios de Madrid, en el que ensaya
sobre el muro nuevos procedimientos y materiales.
En 1968, el 10 de octubre, muere en Madrid en un día sin sol, como ella había deseado, en plena actividad artística. Descansa en Toro.
ACTIVIDADES, PUBLICACIONES Y EXPOSICIONES REALIZADAS DESPUÉS DE SU MUERTE:
1969
El Club Urbis organiza una exposición homenaje
a la artista recientemente fallecida de carácter
antológico.
1971
Por iniciativa familiar, se inauguró oficialmente
la casa-museo de la pintora en Toro, que funcionó
como tal, hasta 1987 sin apoyo institucional.
1975
La Dirección General de Bellas Artes, promovió
una magna exposición antológica en Madrid,
que fue presentada por José Luis Fernández
del Amo.
1980
Se celebró otra exposición antológica,
organizada por la Casa de Cultura y la Caja Provincial
de Ahorros de Zamora. Esta fue la primera ocasión
en que la obra de Delhy Tejero se mostraba en su provincia.
1986
Se expusieron cuatro obras suyas en la exposición
itinerante de Homenaje a Castilla, promovida por el Banco
de Bilbao (Madrid, Valladolid, Bilbao).
1992
La obra de Delhy Tejero estuvo representada, con dos cuadros,
en la exposición de artistas contemporáneos
castellano-leoneses, en las salas de La Maestranza, con
motivo de la Exposición Universal de Sevilla.
1998 / 1999
La última Bienal de Pintura del siglo XX de la
ciudad de Zamora le dedico un homenaje con una exposición
antológica, como la artista zamorana más
destacada del siglo XX. Se incluyeron también sus
obras en la muestra Cien años de Arte en Zamora,
colofón de un siglo de actividad artística
provincial.
2004 / 2005
Con motivo del centenario de su nacimiento, durante estos
años se han celebrado distintas exposiciones monográficas
(Caja España, Museo Provincial de Zamora) y ciclos
de conferencias, organizadas por el Instituto de Estudios
Zamoranos, que se celebraron en Zamora y en Toro, donde
también se celebro otra exposición en la
Casa de Cultura, conmemorativa de su centenario. La Asociación de Médicos Escritores inicia
las actividades culturales de este mismo curso 2004- 2005,
con una sesión dedicada a la pintora, uniéndose
con este acto, a las otras conmemoraciones realizadas.
2005 (Diciembre)
El Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid
inaugura una exposición "Delhy Tejero 111
dibujos", dedicada a la faceta de ilustradora de
la pintora toresana. Esta misma exposición fue
mostrada en Palencia, en las salas de Caja España.
2009 / 2010
Durante gran parte de estos dos años con el título
Delhy Tejero Representación recorre la totalidad
de la comunidad de Castilla y León una magna exposición
antológica comisariada por José Marín-Medina
y patrocinada por Caja España y el catálogo
de la misma editado por la Junta de Castilla y León.